viernes, 12 de abril de 2013

Lucio Apuleyo.Elasno de oro

Lucio Apuleyo

Apuleyo (Madaura, 123/5 - en torno a 180), a veces llamado Lucio Apuleyo -si bien el praenomen Lucio se toma del protagonista de una de sus obras, El asno de oro-, fue el escritor romano más importante del siglo II, muy admirado tanto en vida como por la posteridad. Posiblemente un bereber muy romanizado, nació en Madaura (ciudad romana de Numidia en la frontera con Getulia), en la actualidad conocida como Mdaourouch (Argelia). En su tiempo fue una zona alejada de los principales centros culturales de la latinidad, radicados en Italia, aunque el desarrollo urbano y económico de la misma permitieron que, hacia el siglo II, importantes intelectuales y políticos romanos procedieran de la zona.
El padre de Apuleyo era un magistrado provincial, que, de acuerdo con una inscripción hallada en el lugar, alcanzó el rango de alcalde de Madaura; de él heredó una cuantiosa fortuna, la cual consistía en un millón de sestercios para él y otro millón para su hermano. Tal cantidad era la necesaria para ingresar al Senado romano en la época. Apuleyo estudió primero en Cartago, donde conoció las retóricas griega y latina, y luego en Atenas, donde, entre otras materias, se familiarizó con la filosofía platónica.Hombre deseoso de conocimientos, Apuleyo se adentró, además de en la filosofía, en la religión, la ciencia y la retórica. Tras ser iniciado en el culto de Isis, marchó a Roma a estudiar retórica. Más adelante, se dedicó a recorrer Asia Menor y Egipto para continuar sus estudios de filosofía y religión. Hacia el 156-158, en el camino desde Cartago hacia Egipto, paró en Oea (actual Trípoli), donde realizó una declamación pública en una basílica. Luego casó con una muy adinerada viuda de la localidad. Fue acusado entonces de usar la magia para conseguir los favores (y riquezas) de la viuda Pudentila; acusaciones provenientes de la familia de esta. En su defensa declamó y publicó un agudo discurso, la Apología pro se liber, ante el procónsul de África Claudio Máximo y los magistrados de Sabratha, en la Tripolitania.


El asno de oro: Su obra más conocida es El asno de oro. Narra cómo el joven Lucio, víctima de un hechizo fallido que lo transforma en asno, sin perder sus facultades intelectuales -salvo el lenguaje-, pasa por varios amos y diversas aventuras. El tono humorístico es dominante, pero también hay reflexiones de tipo filosófico y religioso. Es una obra imaginativa, irreverente y divertida que relata las increíbles aventuras de Lucio metamorfoseado en asno. Bajo esta apariencia oye y ve gran número de cosas extrañas, mismas que son relatadas como cuentos intercalados en la novela, hasta que Isis le devuelve su forma humana. Una interpolación desarrolla una de las más bellas muestras de la cuentística de la Antigüedad Clásica, la fábula de Eros y Psique (Cupido y Psique). Este relato es el más extenso de la novela y da cuenta de las tribulaciones del Alma (Psique) para alcanzar al Amor (Eros) y la inmortalidad. Como ya ha sido mencionado, hay algunas teorías que mantienen que la iniciación en los misterios de Isis relatada en el último libro de las Metamorfosis es autobiográfica.

Otras obras:

De deo Socratis (El demón de Sócrates, en donde expone la idea de los seres mediadores entre los dioses y los hombres), De Platone et eius dogmate (Sobre Platón y su doctrina, que es un compendio de los principales conceptos de la filosofía de Platón), De mundo (Sobre el mundo, recopilación de temas científicos procedentes del Liceo aristotélico).

Texto en latín de El asno de oro:

At ego tibi sermone isto Milesio varias fabulas conseram auresque tuas benivolas lepido susurro permulceam, modo si papyrum Aegyptiam argutia Nilotici calami inscriptam non spreveris inspicere, figuras fortunasque hominum in alias imagines conversas et in se rursum mutuo nexu refectas, ut mireris. Exordior. Quis ille? Paucis accipe. Hymettos Attica et Isthmos Ephyraea et Taenaros Spartiaca, glebae felices aeternum libris felicioribus conditae, mea vetus prosapia est: ibi linguam Attidem primis pueritiae stipendiis merui. Mox in urbe Latia advena studiorum, Quiritium indigenam sermonem aerumnabili labore, nullo magistro praeeunte, aggressus excolui. En ecce praefamur veniam, si quid exotici ac forensis sermonis rudis  locutor offendero. Iam haec equidem ipsa vocis immutatio desultoriae scientiae stilo quem accessimus respondet. Fabulam Graecanicam incipimus: lector intende; laetaberis






Comentarios de El asno de oro: http://www.ciao.es/Opiniones/El_asno_de_oro_Apuleyo__1249633

No hay comentarios:

Publicar un comentario